lunes, 2 de junio de 2008

VIVIR NATURALMENTE



Debido al ritmo de vida actual, mientras el tiempo se reparte entre las tareas del hogar, el estudio y el trabajo, la mente no descansa y el cuerpo tampoco. Por eso, para sobrellevar las responsabilidades del día a día es necesario mantener una buena alimentación a base de fibras y vegetales, y si se la combina con productos puramente naturales que están elaborados a base de hierbas medicinales, mucho mejor. La planta con flor Taraxacum Officinale, conocida comúnmente como Diente de león posee propiedades curativas y preventivas vinculadas principalmente a la eliminación de toxinas del organismo. Es utilizada homeopáticamente y se la considera fortificante para todo el cuerpo, así como un tónico refrescante y benéfico para el tratamiento de infecciones.

Las mil y una propiedades de la planta Diente de león


•Las hojas y la raíz del Diente de león ayudan a estimular la digestión. Estos compuestos también aumentan la producción de la bilis en la vesícula y desde el hígado. Por este motivo, se recomienda esta hierba a las personas que tienen una función hepática deficiente debido al consumo excesivo de alcohol o una mala alimentación..

•Posee un efecto diurético que favorece la pérdida de peso y evita la aparición de piedras en el riñón. Muchos diuréticos tienen la desventaja de que hacen disminuir los niveles de potasio en la sangre. Sin embargo, el Diente de león contiene altos niveles de potasio. Uno de sus usos más frecuentes es aquel enfocado a detener la retención de líquidos que son causa recurrente de muchas enfermedades.

•Debido a la presencia de sustancias amargas, esta hierba estimula las papilas gustativas, las cuales por un efecto reflejo aumentan la producción de jugos gastrointestinales, abriendo el apetito. Es indicado para casos de inapetencia o trastornos alimenticios como la anorexia.

•Las hojas del Diente de león son ricas en vitamina A, C, K, B2, calcio y hierro, lo que puede aumentar los niveles de este mineral en el cuerpo previniendo la aparición de la anemia o ayudar al organismo a recuperarse de esta enfermedad. La raíz contiene inulina, una sustancia de reserva de azúcares que puede ser muy útil para los diabéticos como sustituto de la glucosa.

Se pueden comer en ensaladas, hervidas, o en bocadillos sustituyendo a la lechuga. Los extremos de las raíces, bastante complicados de desenterrar, se pueden preparar cocidos.
Las flores, antes de abrir, se pueden conservar en vinagre para usar como condimento o acompañando otros platos. Resulta muy nutritivo mezclar esta planta con hierbas que contengan propiedades depurativas similares como el apio, la cebolla o la zanahoria.
Con sus raíces se puede obtener un sustituto del café, sin los efectos negativos de la cafeína, pero con casi todas las propiedades medicinales de la planta. Para ello se secan las raíces al sol o al horno sin quemarlas, después se trozan y se tuestan.
Además puede prepararse en forma de infusión de té tanto de las hojas como de la raíces. También se consiguen extractos de diente de león en forma de capsulas y líquido en farmacias homeopáticas y dietéticas.




Laura Etlis